CAMACOESRD - El síndrome del impostor es una barrera mental que limita el crecimiento profesional.

El costo oculto del síndrome del impostor en la vida profesional

En el día a día laboral, ¿es frecuente que sus logros parezcan fruto de la casualidad más que del esfuerzo?, o que tema no estar a la altura, aunque las evidencias indiquen lo contrario. Este es el efecto silencioso del síndrome del impostor. Una barrera mental que limita su crecimiento profesional, aunque no tenga nombre clínico.

Enfrentarse a logros propios con incredulidad es más común de lo que se imagina. Si alguna vez pensó “no merezco esto” o “tuve suerte”, está ante el síndrome del impostor: una percepción interna que puede limitar seriamente su carrera.

Un fenómeno silencioso y extendido

Según un estudio global de más de 11 mil personas, el 62 % ha sentido que no merece sus éxitos, asociado con ansiedad, baja autoestima, estrés y burnout.

En profesiones técnicas como ingeniería de software, además del alto nivel de talento, este fenómeno pasa facturas. Más de la mitad lo reporta y experimenta peor bienestar psicológico. La prevalencia es especialmente alta entre mujeres, y aún más entre mujeres negras.

En el sector turismo y hotelería, 574 mujeres gerenciales mostraron cómo el síndrome del impostor afecta su compromiso organizacional y su proyección profesional. Pero buenas prácticas como promover modelos de liderazgo femenino y políticas de diversidad lo moderan significativamente.

Consecuencias en la carrera y la salud mental

CAMACOESRD - El costo oculto del síndrome del impostor en la vida profesional.

El impacto del síndrome del impostor no se queda en el terreno emocional; también puede convertirse en un freno para el desarrollo profesional. Quienes lo padecen tienden a evitar nuevas oportunidades por miedo a no estar “a la altura”, lo que limita ascensos, proyectos y espacios de liderazgo.

Incluso, en el ámbito médico, el 34 % de los médicos presentaron síntomas consistentes de impostor, sin variar según su experiencia o si contaban con mentoría.

Además, esta autopercepción de insuficiencia genera un círculo vicioso: mientras más logros alcanzan, más se incrementa la duda interna y la sensación de que tarde o temprano serán “descubiertos”.

En el ámbito laboral, esto puede traducirse en menor proyección, sobrecarga de trabajo por perfeccionismo y dificultad para negociar reconocimiento o mejores condiciones.

En términos generales, el síndrome del impostor impacta en el rendimiento laboral, disminuye la satisfacción profesional y favorece el síndrome de agotamiento emocional. Es una barrera interna que afecta la confianza, el desarrollo y la salud mental de profesionales de todos los sectores. Reconocerlo es el primer paso para diseñar estrategias que permitan fortalecer el potencial real de quienes lo padecen.

Tips para enfrentar el síndrome del impostor

  • Reconozca y nombre lo que siente. Identificar que lo que experimenta es síndrome del impostor ayuda a restarle poder.
  • Lleve un registro de logros. Anote proyectos completados, metas alcanzadas o reconocimientos recibidos. Revisarlos refuerza la autoconfianza.
  • Separe los hechos de las percepciones. Cuando piense “no soy suficiente”, contrástelo con evidencias objetivas de su desempeño.
  • Acepte los cumplidos. En lugar de restarles valor, practique responder con un simple “gracias”.
  • Busque retroalimentación constructiva. Pregunte a colegas o mentores cómo perciben su trabajo. Eso le dará una perspectiva real.
  • Hable del tema con otros. Compartir su experiencia puede ayudarle a ver que muchos sienten lo mismo que usted, reduciendo la sensación de aislamiento.
  • Deje de compararse constantemente. Cada trayectoria profesional es distinta. Valore su propio proceso y progreso.
  • Invierta en formación continua. Aprender nuevas habilidades o actualizar conocimientos le dará mayor seguridad en su desempeño.

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