El Índice de Competitividad Regional de 2021 (Icreg-2021) sitúa a Madrid como la comunidad autónoma más competitiva, seguida de Navarra y País Vasco.

Tras la abrupta crisis que experimentó la economía en el año 2020 causada por la crisis sanitaria, los niveles de competitividad se fueron al suelo. No obstante, una vez levantadas la mayor parte de las restricciones en 2021, la competitividad de las comunidades autónomas aumentó un 4,4%, de media, según detalla según el Informe de la Competitividad Regional en España 2022 elaborado por el Consejo General de Economistas de España. De hecho, once regiones superaron los niveles prepandémicos.

Resultados del Índice de Competitividad Regional de 2021

El ICREG se calcula a partir de 57 indicadores que se dividen en 7 ejes competitivos: entorno económico, mercado de trabajo, capital humano, entorno institucional, infraestructuras básicas, eficiencia empresarial e innovación. El mismo clasifica a las comunidades por nivel de competividad entre alto/ medio-alto y medio/bajo-bajo. A continuación la calificación por comunidad autónoma.

Para el 2021, Las Islas Baleares se situaron en segundo lugar con mejoras intensas en mercado de trabajo, infraestructuras básicas, eficiencia empresarial e innovación.

Mientras que Canarias fue la comunidad con más descensos, específicamente en el eje de entorno económico e institucional.

A pesar de ocupar el último puesto en el ranking, Extremadura ha sido la región con un incremento más dinámico de su competitividad. Esto significa que su productividad empresarial, así como la generación de empleo y bienestar de los ciudadanos, mejoró en un año.

El director técnico del ICREG, José Carlos Sánchez de la Vega, señaló que los ejes relativos al capital humano y a la eficiencia empresarial fueron los que se comportaron «de manera más favorable» en 2021, mientras que los ejes de entorno económico y de entorno institucional fueron «los únicos que empeoraron».

Impacto de la digitalización y competitividad

La digitalización es un fenómeno que está afectando a todas las sociedades, cambiando las formas de conexión e interacción, la manera de trabajar y el propio proceso productivo. Por ello, su mayor o menor desarrollo guarda una estrecha relación con el comportamiento de la competitividad estructural.

El informe incluye un análisis sobre la transformación digitales de las regiones a partir de la Brújula digital de la Comisión Europea. Presenta un monográfico basado en la digitalización, dada la «relevancia que tiene el proceso de transformación digital y su incidencia en la competitividad.»

Los analisis evidencian que la presión competitiva empuja a la digitalización especialmente por el beneficio que da al servicio brindado empresa-cliente y la relación positiva entre digitalización y la productividad que esta misma produce.

En este contexto, Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y País Vasco se ubican en el grupo de comunidades autónomas con una digitalización alta, seguidas de Canarias, Aragón, Islas Baleares, Región de Murcia, Comunidad Foral de Navarra, La Rioja, Andalucía y Principado de Asturias, con una digitalización media.

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