Entrevista con Lorea Arribalzaga, embajadora de España en RD

Con la llegada de Lorea Arribalzaga Ceballos como nueva embajadora de España en la República Dominicana, se abre un capítulo que reafirma la profundidad de los vínculos históricos, culturales y económicos entre ambos países. Con una sólida trayectoria en la diplomacia y una visión clara de servicio público, la diplomática asume su misión con entusiasmo y compromiso. En esta conversación, comparte sus primeras impresiones, prioridades y la mirada estratégica que guiará su labor en un país con el que España mantiene una relación especialmente cercana.

Bienvenida a la República Dominicana. Cuéntenos, ¿había viajado antes al país? ¿Cómo han sido sus primeros meses aquí?

Antes de llegar al país como embajadora el pasado 1 de julio, había tenido la suerte de visitarlo ya en dos ocasiones. La primera, por turismo, en el viaje de fin de carrera en mi último año de universidad, en 1995. La segunda, por trabajo, para asistir a una reunión de Ministros de Asuntos Exteriores UE-CELAC en 2016.
Mis primeros meses aquí están siendo intensos, dada la profundidad y diversidad de nuestras relaciones bilaterales. Por otra parte, me han permitido comprobar en primera persona el extraordinario afecto que se tiene por España en este país.

LOREA RRIBALZAGA CON LUIS ABINADER

Háblenos un poco sobre su trayectoria profesional. ¿Siempre quiso ser embajadora?

Comencé a considerar la posibilidad de presentarme a las oposiciones de ingreso a la carrera diplomática, precisamente en mi último año de universidad. Pero fue ya en 1997 cuando me decidí a hacerlo, después de una pasantía de año y medio en la Oficina Comercial de la Embajada de España en la República Checa.
Usted presentó credenciales como la nueva embajadora de España en RD en agosto.

De forma breve, ¿cómo definiría su rol?

Mi labor, como la de cualquier embajador, es la de liderar una misión diplomática. Una misión, en mi caso actual, la embajada de España en la República Dominicana que, a su vez, tiene como funciones las de representar a España ante las autoridades dominicanas, proteger los intereses de España y de los españoles y, por supuesto, fomentar las relaciones bilaterales en los distintos ámbitos (económico, cooperación, cultural, etc.).

¿Cómo ha evolucionado su visión de la diplomacia desde que ingresó a la carrera?

Cuando yo ingresé en la carrera diplomática en junio de 2001, tenía una idea teórica de lo que era la diplomacia, basada en mis estudios durante la oposición. 24 años de carrera, más de 14 de ellos en puestos en el exterior en cinco países distintos, me han permitido aterrizar esas nociones abstractas en ideas concretas de cual puede ser el valor añadido que como servidor público uno puede aportar al bienestar de sus conciudadanos. Más allá de esta evolución de mi perspectiva personal, la propia práctica de la diplomacia ha experimentado cambios en este cuarto de siglo, como consecuencia de las transformaciones sociales y tecnológicas que han impactado en el orden internacional.

De acuerdo con la revista Mercado, usted pertenece a una nueva generación de diplomáticas que entienden la política exterior como un instrumento de influencia económica, transformación institucional y construcción de alianzas estratégicas en contextos regionales. ¿Qué nos podría ampliar sobre eso?

Después de casi 25 años de carrera, no sé si es muy acertado que me arrogue la facultad de hablar como miembro de las nuevas generaciones, ya que hay muchas nuevas generaciones de diplomáticos posteriores a la mía. En la actualidad, las mujeres representamos aproximadamente el 32 % de los miembros de la carrera diplomática española. Un porcentaje aún por debajo de lo que la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres de 2007 entiende como presencia equilibrada (no menos de un 40 % ni más de un 60 % de personas de cada sexo) pero que, en todo caso, ha crecido mucho desde el 13 % de mujeres diplomáticas que había cuando yo ingresé en la carrera en el año 2000.

En todo caso, por lo que respecta a los tres ámbitos de actuación de la diplomacia comprendidos en la pregunta, todos ellos se dan en la acción diplomática de España en la República Dominicana. En primer lugar, trabajamos apoyando a las más de 200 empresas españolas radicadas en este país, que apuestan por una presencia a largo plazo y por un modelo basado en la excelencia y el compromiso social con las localidades en las que se asientan. Por lo que respecta a la transformación institucional, en 2027 se cumplirán cuatro décadas de presencia de la cooperación española en la República Dominicana. Pues bien, a lo largo de estas cuatro décadas, uno de los aspectos fundamentales de nuestra labor ha sido precisamente apoyar los esfuerzos de autoridades y sociedad dominicana en pro de la mejora y fortalecimiento de sus instituciones.

Por último, en lo que hace a la construcción de alianzas estratégicas en contextos regionales, una de nuestras tareas fundamentales en los próximos doce meses será cooperar con las autoridades dominicanas en la preparación de la XXX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará en Madrid en noviembre de 2026 y en las numerosas ministeriales previas. España aprecia particularmente la contribución sustantiva y siempre positiva de la República Dominicana al proceso de las Cumbres, tal y como quedó puesto de manifiesto en la exitosa XXVIII Cumbre de Santo Domingo de 2023.

En sus casi 25 años de carrera diplomática, ¿cuáles han sido sus mayores enseñanzas?

Es muy difícil condensar los aprendizajes de 25 años en unas pocas palabras. Diría que uno aprende a no juzgar precipitadamente y a tomarse el tiempo suficiente para comenzar a conocer el nuevo país al que se llega. Como extranjero, son siempre muchas las cosas que a uno le sorprenden cuando se llega a un nuevo país. Es preciso tomarse un tiempo para comprender por qué en ese contexto puede tener todo el sentido que las cosas se hagan de un modo distinto a como se hacen en el país propio.

En la diplomacia, los valores que guían a Arribalzaga son el sentido de servicio público, la responsabilidad, la honestidad y el respeto al país en el que ejerce su función.

España y RD comparten lazos históricos, culturales y lingüísticos. ¿Cómo piensa aprovechar esa cercanía para fortalecer aún más las relaciones bilaterales?

Esos lazos históricos, culturales y lingüísticos son, a mi juicio, uno de los pilares fundamentales sobre los que se levanta la estrecha relación bilateral. Otro pilar, igualmente sustancial, lo constituyen los vinculos humanos que resultan de los importantes colectivos de residentes dominicanos en España y españoles en la República Dominicana.

Mi predecesor, Antonio Pérez-Hernández, desarrolló una agenda muy intensa de trabajo en torno al patrimonio, que representa esa herencia cultural compartida. Promovió la creación de una asociación de amigos del patrimonio, la publicación de varias obras sobre el patrimonio monumental de la Zona Colonial y la puesta en marcha de algunos proyectos relacionados con el patrimonio subacuático. Tengo la intención de seguir impulsando esas líneas de trabajo.

En cuanto a los vínculos lingüísticos, a título de ejemplo, el pasado mes de septiembre firmamos un Memorando Bilateral de Entendimiento para la promoción del español en las organizaciones internacionales.

España ha sido un socio clave en proyectos de cooperación en RD. ¿Cuáles son las prioridades actuales en este ámbito?

En mayo de este año, España y República Dominicana renovamos el Marco de Asociación País, que es la estrategia compartida en la que se definen las prioridades en las que la cooperación española apoyará al país para enfrentar sus principales retos en los próximos cuatro años. Estas prioridades han sido establecidas -en estrecha coordinación con la cooperación española- por los distintos sectores dominicanos (gubernamentales y sociales). Se inscriben en la Estrategia Nacional dominicana de Desarrollo 2030 y están plenamente alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. Estas son las siguientes:

  • Fortalecer el Estado social y democrático de derecho.
  • Ampliar las oportunidades económicas mediante la formación técnica y profesional y la mejora de la calidad educativa.
  • Promover una gestión sostenible del territorio, con especial atención al acceso al agua potable y la protección de los recursos hídricos.

Además, continuaremos impulsando la promoción de los derechos de las mujeres, incluyendo proyectos de lucha contra la violencia contra mujeres y niñas.

En un contexto de desafíos globales como el cambio climático y la migración, ¿qué papel puede jugar la cooperación hispano- dominicana?

España y la República Dominicana compartimos la apuesta por el multilateralismo, por un orden internacional basado en reglas, como la única vía que nos permitirá enfrentar eficazmente a los grandes desafíos globales de nuestra época. Así se puso de manifiesto en los discursos pronunciados el pasado mes de septiembre ante la Asamblea General de la ONU por S.M. el Rey, Felipe VI, y por el presidente Luis Abinader, con motivo del 80.° aniversario de la organización. Somos dos países hermanos, con una visión compartida de cómo debe funcionar el orden global y, por lo tanto, tenemos el potencial y, yo diría que la responsabilidad, de trabajar juntos para la realización de esa visión común.

En cuanto a la cuestión de la migración a la que se refiere en la pregunta, en el poco tiempo que ha pasado desde mi incorporación, me ha interesado mucho cómo la experiencia hispano-dominicana en la materia puede ser un buen ejemplo a escala internacional de los efectos beneficiosos de la migración y de su carácter de fenómeno de ida y vuelta. En las primeras décadas del siglo XX, la República Dominicana acogió a numerosos españoles, tanto exiliados republicanos como personas que buscaban una vida mejor para sus familias. Con mucho trabajo, aprovecharon las oportunidades que el país les ofreció, prosperaron y contribuyeron de forma decisiva a la República Dominicana en los más diversos ámbitos, desde el empresarial al cultural.

Hoy en día son los 200.000 dominicanos que viven en España quienes hacen uso de las oportunidades que ofrece nuestro país y contribuyen a nuestra prosperidad. A finales de octubre, un informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal señalaba que el impacto positivo de la inmigración explica más de un tercio del crecimiento económico de España en los últimos tres años, un período en el que nuestra economía ha venido creciendo de forma sostenida por encima del promedio de las principales economías avanzadas.

¿Cuáles cree que son los sectores en RD que podrían atraer mayor inversión española?

El sector más atractivo para la inversión española en la República Dominicana continúa siendo el turistico. Las empresas españolas mantienen una posición de liderazgo en este ámbito, fruto de su apuesta desde las décadas de 1970 y 1980, apuesta que ha contribuido de manera decisiva al posicionamiento del país como un destino turístico internacional de referencia. Actualmente, nuestras empresas siguen invirtiendo activamente, tanto en las zonas tradicionales como en nuevos polos emergentes, tales como Miches, Pedernales o Punta Bergantin.

Asimismo, el sector de las energías renovables, en especial la solar, representa una oportunidad destacada para la inversión española, en linea con el compromiso del país de que las fuentes renovables representen el 30 % de la generación eléctrica para 2030.

Por otro lado, las Zonas Francas ofrecen un gran potencial por la progresiva consolidación del país como «hub» logistico e industrial, con cadenas de suministro seguras y cercanas al mercado estadounidense. Se trata de un sector aun relativamente poco explorado por las empresas españolas.

¿Qué oportunidades identifica para que empresas dominicanas se inserten en el mercado español o europeo?

España es un destino de gran interés para la Inversión Extranjera Directa (IED) por una multitud de factores: situación geográfica estratégica, mercado de renta alta que, además, permite acceder al mercado europeo, que es el mayor de renta media-alta del mundo, entorno jurídico armonizado con los estándares europeos, economía diversificada y una infraestructura empresarial moderna. A esto habría que añadir que, según la OCDE, España es la 11a economía más abierta a la IED, con más de 14.000 filiales de empresas extranjeras establecidas en nuestro país, entre ellas 78 de las Top 100 del indice Forbes.

A todos estos atractivos hay que sumar, en el caso específico de los inversores iberoamericanos, nuestra cultura y lengua comunes. De hecho, Iberoamérica como región es ya el cuarto mayor inversor en España con un volumen de IED superior a los 40.000 millones de euros.

En el caso de la República Dominicana, creemos que las cifras actuales de inversión en España siguen estando por debajo del potencial. Ello abre un gran campo de oportunidades para las empresas dominicanas en multitud de sectores. Sin ánimo de mencionarlos todos, cito como ejemplos la automoción y sus componentes, tecnologías de la información y comunicación, biotecnología y productos farmacéuticos, logística y transportes, turismo y ocio o textil y «retail».

Además de cumplir con las obligaciones propias del puesto, ¿tiene usted algún propósito en particular que le gustaría realizar durante su estancia en RD?

Lógicamente, me gustaría tener la oportunidad de visitar los atractivos turísticos que hacen del país un destino de referencia. E, igualmente, de poder profundizar en el conocimiento del patrimonio cultural reflejo de la historia que ambos países compartimos.

LOREA ARRIBALZAGA

De cerca con Lorea Arribalzaga Ceballos:

  • Palabra que define su estilo de liderazgo: Responsable.
  • Momento clave en su carrera: Ha habido varios; el último, el pasado 17 de junio, cuando fui nombrada embajadora de España en RD.
  • Consejo inolvidable: De todas las personas se puede aprender algo.
  • Libro: «Patria», de Fernando Aramburu.
  • Frase: «La libertad se aprende ejerciéndola», de Clara Campoamor.
  • Ciudad que le emociona volver a visitar: Cualquiera de las 15 ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad.
  • Costumbre española que intenta mantener viva: Las sobremesas largas cuando me reúno con amigos en fin de semana o vacaciones.
  • Lo que más añora de España: A mi familia y amigos.

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