La confianza es la base del liderazgo, mientras que su ausencia es la principal causa del fracaso de los equipos. De hecho, el 91 % de los líderes reconoce que generar confianza es esencial. No obstante, solo el 42 % cree que sus trabajadores se fían plenamente de ellos. Si esto es así, ¿qué hacer para recuperar la confianza de su equipo? ¿Cómo reconstruirla? Siga esta idea y póngala en práctica.
Sea vulnerable
Lejos de ser una señal de debilidad, la vulnerabilidad es un signo de fortaleza. Permite a los líderes abrirse a sus equipos, invitar a nuevas ideas y reconocer que no siempre se tienen todas las respuestas.
Así lo hizo Steve Jobs. Fue conocido por su carácter exigente, pero eso no lo eximió de compartir emociones y de hablar con franqueza sobre su lucha contra el cáncer. Ese acto de honestidad, más que debilitarlo, lo convirtió en un referente más humano y cercano.
Atrévase a ser auténtico y accesible. Esto le generará un entorno donde las personas se sienten seguras para contribuir y, con ello, aumentará la confianza colectiva.
Confío en la medida que…
Hoy la mayoría de los colaboradores pertenecen a las generaciones milenial y Z, que valoran aspectos como el desarrollo de habilidades, el equilibrio entre la vida personal y profesional y el bienestar. El dinero sigue importando, pero ha perdido peso.
Según PwC, la importancia relativa al beneficio económico en el puesto de trabajo ha disminuido un 24 % en la última década. Tanto es así que el 86 % afirma querer trabajar en organizaciones alineadas con sus principios personales. Lo que buscan es que la empresa refleje sus valores.
En este contexto, las organizaciones familiares enfrentan el reto de que más de la mitad no incorpora sus valores en los programas de evaluación y beneficios. Ni siquiera comunican su propósito o desarrollan estrategias claras en materia de diversidad, equidad, inclusión o sostenibilidad (ESG). Esto genera desconfianza.
Cuatro pasos para recuperar la confianza de su equipo
Si su equipo ha dejado de confiar en usted, deje los discursos motivacionales y sea coherente en la práctica y consistente con:
- Comunicar con claridad propósito y valores. No basta con tener escritos los valores que guían la organización. Los empleados necesitan ver coherencia entre lo que se dice y lo que se hace en la toma de cada decisión, en los beneficios que obtienen y la evaluación de su desempeño.
- Cumplir compromisos más allá de lo financiero. La transparencia en metas de sostenibilidad e inclusión. Designar responsables en estas áreas y reportar avances demuestra compromiso real, no solo buenas intenciones.
- Crear oportunidades de desarrollo. Los colaboradores quieren crecer. Capacítelos y ofrezca planes de carrera para fortalecer el sentido de futuro dentro de la organización.
- Escuchar activamente. No hay confianza sin diálogo a través de canales seguros para expresar inquietudes. Que realmente sean escuchadas sus denuncias por malas prácticas es una señal inequívoca de respeto.
“La confianza mata galán”
En un mundo tan volátil como el actual, se puede decir que la confianza es la moneda más valiosa. Es la base del compromiso de los empleados, la atracción del talento y, por consiguiente, de la rentabilidad.
Con este escenario, la pregunta es: Si fuera otra persona, ¿se seguiría? ¿Confiaría en usted? Si la respuesta no es clara, es momento de trabajar en la transparencia, la coherencia y la vulnerabilidad. Las personas no quieren seguir algo perfecto. Quieren seguir lo real.

En palabras de un experto:
“Su equipo no le va a decir que ya no confía en usted, pero se lo muestra todos los días. Estas son cinco señales:
- Le dicen lo que quiere oír, no lo que piensan.
- Cumplen solo con lo justo.
- Se entera de los problemas cuando ya explotaron.
- Hablan más entre ellos que con usted.
- Ya no le piden ayuda.
Estos indicadores no aparecen en los reportes. Sin embargo, le están costando motivación, cultura y resultados”.
Albrecht Marín Suárez, coach ejecutivo y mentor de líderes.
Le podría interesar: ¿Cómo prepararse para el nuevo orden comercial global?