Bayahíbe vive un momento decisivo. Su consolidación como uno de los enclaves turísticos más dinámicos del Caribe se vio reforzada recientemente con la designación de La Romana–Bayahíbe como el primer destino accesible e inclusivo de la República Dominicana, una distinción que eleva los estándares de calidad y equidad en el país. Sin embargo, este reconocimiento llega en un punto donde el propio territorio exige algo más que crecimiento económico: demanda coordinación, visión de futuro y decisiones basadas en evidencia.
La Encuesta de Turismo Local de Bayahíbe 2025 (ETLB), realizada por CETDEL y Quantum Analytics en alianza con la Escuela de Dirección y Gestión del Turismo de UNIBE, ofrece por primera vez una fotografía rigurosa de esa relación entre turismo y comunidad. Y los hallazgos cuentan una historia que el sector privado no puede ignorar.
Un motor económico real, pero con brechas por cerrar
El consenso en Bayahíbe es contundente: el turismo ha sido un motor directo de bienestar económico. El 84% de los residentes considera que se han ampliado las oportunidades de empleo gracias al crecimiento turístico, y un porcentaje similar (83%) reporta mejoras en sus ingresos familiares. Estos datos confirman que el destino opera bajo un modelo de derrame económico significativo.
Sin embargo, los resultados muestran desigualdades que debemos atender. El impacto positivo sobre los beneficios derivados de la actividad turística en Bayahíbe es claramente mayor entre los hombres (78.7%) que entre las mujeres (61.3%). Este último, aunque es un porcentaje muy significativo, muestra una brecha importante sobre la percepción de los beneficios del turismo con respecto al de los hombres. Esto no solo plantea un desafío en materia de comunicación, sino que abre la oportunidad de indagar sobre otros aspectos como, por ejemplo, determinar si existen brechas salariales, de formación o de cantidad de horas trabajadas entre hombres y mujeres. De hecho, los resultados de la encuesta indican que la comunidad, a pesar de considerar que el turismo es una fuente generadora de empleo, sigue considerando la necesidad de un mercado laboral más justo, flexible y accesible.
El mercado interno latente: el residente de Bayahíbe como consumidor
Otro hallazgo relevante de la ETLB es que los propios habitantes del destino participan poco en la oferta turística de su entorno. Aunque viven en uno de los polos más atractivos del país, las barreras económicas (29.5%) y de tiempo (44.5%) limitan su consumo de ocio y recreación. Esta subparticipación local representa una oportunidad especialmente valiosa: existe un mercado interno con interés real, identidad territorial y potencial de fidelización, pero que requiere productos adaptados a sus necesidades.
La solución, nuevamente, pasa por la coordinación tripartita. El sector privado puede desarrollar microexperiencias accesibles, tarifas diferenciadas o actividades de corta duración para residentes y trabajadores del sector turístico. El sector público puede apoyar con incentivos, campañas de promoción interna y mejoras en el transporte local. La comunidad puede convertirse en un consumidor estable que refuerce la economía circular del destino y diversifique la demanda más allá del turista internacional.
Medio ambiente: un balance positivo con señales tempranas de presión ecológica
Aunque la mayoría de los residentes (59.1%) percibe mejoras ambientales vinculadas al turismo, como mayor limpieza y mejor gestión del paisaje, también surgen señales tempranas de presión ecológica: deterioro de manglares (5.9%), contaminación de cuerpos de agua (3.6%) y aumento de residuos (2.7%). Estos indicadores, aunque aún minoritarios, son estratégicamente importantes. En un destino costero, la pérdida de servicios ecosistémicos amenaza directamente la competitividad y la capacidad de atraer inversión.
Proteger estos recursos no puede ser responsabilidad exclusiva de un actor. El sector público debe fortalecer la regulación territorial, vigilar la expansión urbana-hotelera y garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales. Las empresas pueden avanzar en prácticas de economía circular, eficiencia hídrica, manejo de residuos y conservación de ecosistemas. La comunidad —capacitada y empoderada— puede participar en programas de monitoreo ambiental y educación ciudadana. Solo un sistema de gobernanza compartida permitirá sostener el valor ecológico que distingue a Bayahíbe en el mercado internacional.
Participación social: un capital disponible que aún no se aprovecha
Uno de los hallazgos más reveladores de la ETLB es la alta disposición ciudadana a involucrarse en la planificación del destino: 77.3% de los residentes desea participar más en las decisiones relacionadas con el turismo.
La comunidad identifica como prioridades: la educación ambiental (31.8%), el fomento de productos y comercios locales (31.4%), el empleo preferencial para residentes (25%) y la regulación del crecimiento urbano-hotelero (22.7%).
En este sentido, el sector público tiene la responsabilidad de abrir canales de participación reales, transparentes y continuos. El sector privado puede ganar legitimidad y estabilidad incorporando estas demandas en sus operaciones. La comunidad aporta conocimiento territorial, identidad cultural y la capacidad de construir cohesión social. Un destino con participación ciudadana estructurada es un destino más estable, más competitivo y con mayor atractivo para la inversión internacional.
Encadenamientos productivos: la clave para convertir crecimiento en prosperidad
La cadena turística de Bayahíbe tiene un enorme potencial para fortalecer proveedores locales y multiplicar el impacto económico. Sectores como la agricultura sostenible, la pesca, la artesanía, los servicios especializados y las microexperiencias culturales podrían integrarse de manera más robusta a la oferta turística del destino. Esto requiere que el sector privado adopte políticas activas de compras responsables, que el sector público facilite certificaciones e incentivos, y que la comunidad organice su oferta bajo estándares de calidad y trazabilidad.
Los encadenamientos productivos son, en esencia, el puente entre el crecimiento turístico y la prosperidad territorial. Son también una de las vías más directas para cumplir estándares ESG y responder a expectativas internacionales de inversión responsable.
El turismo inmobiliario: oportunidad de alto valor que requiere regulación inteligente
El auge del turismo inmobiliario —condominios, villas y proyectos mixtos— ha ampliado la oferta de alojamiento y atraído nuevos perfiles de inversionistas. Sin embargo, también genera presión sobre el medio ambiente, el acceso al agua y el costo de vida local. El reto no es frenar este crecimiento, sino ordenarlo.
Aquí el papel del sector público es esencial: establecer límites claros de densidad, regular los alquileres de corta estancia y garantizar que los proyectos se integren en los planes urbanos. El sector privado puede adoptar estándares de construcción sostenible, aportar a la infraestructura comunitaria y promover proyectos que generen valor compartido. La comunidad debe participar activamente en los procesos de planificación para garantizar que la expansión inmobiliaria no comprometa su calidad de vida. De esta manera, se podrían evitar situaciones indeseadas, como la turismofobia y la turistificación, que ya se están viendo en destinos más maduros, como Tenerife, Barcelona o Venecia, por citar algunos ejemplos, precisamente por no tomar en consideración estos aspectos en etapa temprana.
Hacia un pacto territorial para un turismo con futuro
Bayahíbe ha recorrido un largo camino, pero sus próximos pasos requieren algo más que inversión o infraestructura: requieren colaboración inteligente, políticas basadas en evidencia y empresas dispuestas a liderar con visión de futuro.
La ETLB 2025 ofrece el insumo técnico, la comunidad aporta la voluntad, el sector empresarial la capacidad ejecutiva y el gobierno las infraestructuras y seguridad. El reto —y la oportunidad— está en articular un nuevo pacto territorial donde el crecimiento se traduzca en prosperidad compartida y sostenibilidad duradera.
Escrito por CETDEL y Quantum Analytics.
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